Un carguero Boeing 747 que aterrizó esta madrugada en Hong Kong International Airport se salió de la pista, rompió una valla, chocó contra un vehículo de seguridad y terminó sumergido en el mar; dos trabajadores de tierra perdieron la vida.

El instante en que todo cambió

Eran las 03:50 h (hora local) de este lunes cuando el vuelo EK 9788, un carguero Boeing 747-400 operado por ACT Airlines para Emirates SkyCargo, procedente de Dubái, tocó pista en la pista norte del aeropuerto de Hong Kong. No hubo señal de alerta previa, los pilotos no solicitaron auxilio ni informaron de fallo alguno.

Sin embargo, medio segundo después de tocar tierra algo salió mal: la nave se deslizó lateralmente, rompió la valla perimetral, impactó un vehículo de patrulla de seguridad que circulaba fuera de la pista — según la autoridad aeroportuaria — y ambos cayeron al mar contiguo a la plataforma.

El avión quedó parcialmente sumergido: la sección delantera aún emergía, la cola se había separado del fuselaje, y los equipos de rescate ya trabajaban entre agua, restos y la noche.

Víctimas, supervivientes y el impacto humano

De los cuatro miembros de la tripulación a bordo del avión, todos sobrevivieron y fueron trasladados al hospital. No había carga en el avión al momento del aterrizaje.

Pero el coste humano más trágico recayó sobre dos trabajadores del aeropuerto, que se encontraban en un vehículo de seguridad patrullando en su rutina: uno murió en el lugar, el otro falleció luego en el hospital. Tenían 30 y 41 años, con siete y doce años de servicio respectivamente.

La autoridad aeroportuaria de Hong Kong declaró que el vehículo no ingresó a la pista y que su ruta era habitual, lo que agrava el enigma: ¿cómo llegó el avión tan fuera de curso para colisionar contra él?

¿Qué se sabe del avión y del contexto técnico?

El avión involucrado es un Boeing 747-400 reconvertido para carga, con 32 años de antigüedad, registrado como TC-ACF.

Operaba el vuelo EK9788 desde el aeropuerto de Al Maktoum (Dubái) hacia Hong Kong.

No se reportaron condiciones meteorológicas adversas: la pista estaba en buen estado, el tiempo era “adecuado para el aterrizaje”, según autoridades.

La pista norte quedó cerrada temporalmente para inspecciones, aunque las otras dos de la terminal internacional permanecen operativas, por lo que, según el aeropuerto, los vuelos no se han visto afectados significativamente.

Los interrogantes de la investigación

¿Por qué se desvió el avión tras el aterrizaje? No había solicitud de emergencia, no se reportaron fallos en comunicaciones previas.

¿Se trata de un fallo técnico del tren de aterrizaje, del sistema de frenado o de la dirección durante la rodadura? Las pistas aún son hipotéticas.

¿Tuvo algún factor humano como error de pilotaje, fatiga, o mal cálculo de la velocidad de aterrizaje?

¿Podría haber sido un evento de wind-shear o micro-ráfaga, aunque los reportes indiquen condiciones “adecuadas”?

¿Y algo crucial: el vehículo de patrulla estaba fuera de la pista, lo que plantea preguntas sobre la integridad del vallado, la separación entre pista y zona de servicio, y los procesos de seguridad de tierra.
Las autoridades de Hong Kong ya han iniciado una investigación formal.

¿Qué significa para el aeropuerto y la aviación regional?

Este accidente representa uno de los más graves en la historia de Airport Authority Hong Kong desde su apertura en 1998.
Hong Kong es uno de los nodos logísticos más cruciales del mundo en carga aérea, y el hecho de que un carguero se haya salido de la pista y haya colisionado con vehículos de servicio en tierra pone una luz intensa sobre los protocolos de seguridad tanto en el aire como en tierra.
La repercusión también podría afectar la confianza de las aerolíneas en el enclave, y quizá provocar revisiones de los procedimientos de aterrizaje de aeronaves antiguas, de gestión de zonas de servicio terrestre y del mantenimiento de infraestructuras.

Por G.Techera

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