Internacional. — La guerra entre Ucrania y Rusia vivió una nueva jornada de ataques e inestabilidad política. Durante la madrugada del miércoles, drones ucranianos atacaron una planta petroquímica en la región rusa de Stávropol, mientras que en el frente interno de Ucrania dos ministros presentaron su dimisión tras un escándalo de corrupción que sacude al Gobierno del presidente Volodímir Zelenski.


Ataque ucraniano en territorio ruso

El Ejército ucraniano lanzó un ataque con drones contra una planta petroquímica ubicada en el sur de Rusia, dedicada a la producción de polímeros utilizados en la fabricación de drones y equipamiento militar para las fuerzas rusas.

El Estado Mayor de Ucrania también informó sobre la destrucción de un depósito de municiones en la zona de Donetsk, bajo ocupación rusa.
Por su parte, las autoridades de Moscú confirmaron que las defensas aéreas rusas interceptaron otro dron que se dirigía hacia la capital, sin causar víctimas ni daños materiales.

Los ataques con drones se han intensificado durante los últimos meses, extendiéndose más allá de las zonas tradicionales de combate.
Rusia asegura haber interceptado la mayoría, mientras Kiev sostiene que su objetivo es debilitar la infraestructura militar y logística rusa.


Crisis política en Kiev: renuncian dos ministros

Paralelamente, el Gobierno de Ucrania enfrenta una nueva crisis política interna.
Los ministros de Energía, Svitlana Grinchuk, y de Justicia, Herman Galushchenko, presentaron sus dimisiones al Parlamento, tras ser implicados en una presunta trama de comisiones ilegales en la empresa pública de energía atómica Energoatom.

La investigación fue impulsada por la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU), que detectó presuntas irregularidades por más de 100 millones de dólares en contratos con empresas privadas.

El propio Zelenski pidió públicamente la renuncia de ambos funcionarios, señalando que “es absolutamente inaceptable que sigan existiendo tramas de corrupción en el sector energético cuando el país sufre cortes diarios por los bombardeos rusos”.


Reacciones internacionales

El Gobierno alemán expresó su preocupación por las denuncias de corrupción en Ucrania, aunque reafirmó que el apoyo europeo “no se verá afectado”.
“El compromiso con la transparencia es una buena señal; confiamos en que el Gobierno ucraniano cumpla su promesa”, dijo el portavoz alemán Stefan Kornelius.

Al mismo tiempo, el Kremlin aprovechó el episodio para acusar a Kiev de “robar el dinero de los contribuyentes occidentales”, en palabras de su vocero Dmitri Peskov.


Amenazas híbridas y ciberataques

En otro frente, el jefe del Estado Mayor de Bélgica, Frederik Vansina, advirtió ante el Parlamento que su país ha sufrido incursiones con drones y ciberataques que podrían estar “dirigidos por Rusia”.
Estos incidentes han afectado aeropuertos, bases militares y sitios web del Ministerio de Defensa belga, sumándose a un patrón de guerra híbrida que preocupa a la OTAN.


Movimientos diplomáticos y energéticos

  • Noruega rechazó ofrecer una garantía de 160.000 millones de dólares por los fondos rusos congelados, aunque mantiene su apoyo al plan de la UE para usarlos en beneficio de Ucrania.
  • Rumanía anunció su intención de controlar la refinería de Lukoil para aplicar sanciones a Rusia.
  • Rusia, por su parte, declaró estar “dispuesta a reanudar las negociaciones” con Ucrania en Estambul, según informó la agencia estatal TASS.

Fuente: https://www.elmundo.es/

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