El Reglamento Deportivo WRC FIA es el documento que define cómo se compite en el Campeonato Mundial de Rally: reglas de inscripción, procedimientos de carrera, controles, penalizaciones y sistema de puntos. En otras palabras, es el marco que ordena el rally desde el shakedown hasta la clasificación final.
Además, la FIA ya mostró el concepto WRC27, pensado para impulsar una nueva generación de autos a partir de 2027. Aunque el WRC27 se apoya principalmente en reglas técnicas, su impacto se sentirá en el deporte: participación, competitividad y sostenibilidad del campeonato.
Qué es el Reglamento Deportivo WRC FIA y por qué importa
El Reglamento Deportivo WRC FIA establece el “manual operativo” de cada prueba del WRC. Es clave porque:
- Define quiénes pueden inscribirse y en qué condiciones.
- Ordena el desarrollo del rally (itinerario, controles horarios, asistencia, parque cerrado).
- Regula sanciones y reclamos deportivos.
- Establece cómo se puntúa y cómo se determinan campeonatos y categorías.
Por eso, equipos, pilotos, comisarios y organizadores lo usan como referencia diaria durante un evento.
Qué regula el Reglamento Deportivo del WRC en la práctica
Aunque el documento es extenso, hay áreas que impactan directamente en el resultado deportivo. A continuación, los puntos más relevantes del Reglamento Deportivo WRC FIA explicados de forma simple.
1) Inscripción, elegibilidad y categorías
El reglamento define qué competidores son elegibles para puntuar en cada categoría (por ejemplo, WRC, WRC2, WRC3) y cómo se registra la participación. Esto es importante porque no siempre todos los inscriptos puntúan en todas las clasificaciones.
“Ver guía completa de categorías WRC”.
2) Procedimientos del rally: controles, asistencia y parque cerrado
El Reglamento Deportivo WRC FIA describe cómo se administra el tiempo del rally y dónde se puede trabajar sobre el auto. En términos generales, se regula:
- Controles horarios y penalizaciones por retraso o adelanto.
- Zonas de asistencia (service) y tiempos máximos permitidos.
- Reagrupamientos y condiciones de parque cerrado.
- Protocolos de seguridad y obligaciones del competidor.
Este bloque reduce la improvisación y hace que todos compitan bajo el mismo estándar operativo.
3) Penalizaciones y decisiones de comisarios
El reglamento determina criterios de sanción y procedimientos formales: reportes, audiencias y decisiones de los comisarios deportivos. En la práctica, aquí se definen los “límites” que separan un error de carrera de una infracción sancionable.
4) Sistema de puntos: cómo se define un campeonato
El Reglamento Deportivo WRC FIA establece el sistema de puntos en el WRC y cómo se contabilizan resultados para títulos. En categorías como WRC2 y WRC3 suelen existir reglas de elegibilidad y formatos de puntaje que pueden incluir:
- Puntos por posición final dentro de la categoría.
- Condiciones para puntuar (por ejemplo, figurar clasificado).
- Límites de eventos que cuentan para el total anual (según categoría y temporada).
Esto explica por qué dos pilotos pueden terminar un rally y, sin embargo, sumar distinto según elegibilidad y condiciones reglamentarias.
5) Power Stage: puntos extra y estrategia
La Power Stage agrega un componente táctico. En la lógica deportiva del WRC, no solo importa el resultado general: también importa el tramo final en el que se reparten puntos adicionales.
En términos simples: es un “bonus” que puede cambiar la tabla del campeonato, especialmente cuando la temporada está ajustada.
Qué es WRC27 y qué anticipa para 2027
La FIA presentó el concepto WRC27 como base de la próxima generación de autos de la categoría principal. El objetivo declarado es claro: mejorar accesibilidad y controlar costos, sin perder performance ni identidad del rally.
En la práctica, WRC27 apunta a:
- Reducir costos de construcción y operación.
- Ofrecer mayor flexibilidad de diseño dentro de un marco común.
- Mantener estándares altos de seguridad.
- Favorecer una grilla más amplia y sostenible.
Aunque el WRC27 es principalmente un cambio técnico, tendrá consecuencias deportivas: más proyectos posibles, más equipos con chances reales y una pirámide competitiva más lógica.
La FIA dio a conocer el concepto WRC27 Rally1, un primer adelanto del tipo de auto que servirá como base para la categoría principal del Campeonato Mundial de Rally a partir de 2027. Más que un “modelo definitivo”, se trata de una representación visual que permite entender cómo se traducen en un coche real las ideas del marco reglamentario WRC27, aprobado tras un proceso de consulta con los actores del WRC.
El eje del reglamento WRC27 es equilibrar tres objetivos que suelen tensionarse entre sí: ampliar la participación en la élite, mantener el rendimiento y el espectáculo propios del WRC, y aplicar un control de costos más estricto para que competir en la cima sea viable para más proyectos. En términos prácticos, la FIA busca una categoría fuerte no solo por velocidad, sino por sostenibilidad deportiva y económica, con más autos competitivos y una puerta de entrada menos restrictiva para nuevos participantes.
Una base con prioridad en la seguridad
En el centro del concepto aparece una célula de seguridad tubular como núcleo del coche. Está inspirada en la arquitectura introducida en los Rally1 de 2022, pero evolucionada con un enfoque doble: elevar la protección de la tripulación y, al mismo tiempo, simplificar soluciones para reducir complejidad y costos. La FIA plantea que esta evolución se apoya en trabajo de simulación, comparativas técnicas y ensayos de choque con prototipos, buscando mejoras claras en escenarios de impacto frontal, lateral, trasero y también en vuelcos, con mayor capacidad de absorción de energía y menor riesgo de intrusión en el habitáculo.

Diseño del vehículo con más libertad real
Sobre esa célula se construye una carrocería pensada para ofrecer flexibilidad. En lugar de obligar a que el auto “nazca” de un modelo de calle vigente, el WRC27 define un volumen de referencia: una especie de “caja reglamentaria” dentro de la cual deben ubicarse los paneles exteriores. Esto cambia el enfoque: el reglamento fija límites, pero dentro de esos límites los equipos pueden explorar varias soluciones.
La consecuencia es estratégica: se habilita un abanico que va desde interpretaciones cercanas a vehículos de producción hasta conceptos diseñados específicamente para rally, sin quedar atados a una única filosofía. A la vez, el paquete apunta a bajar la escalada de desarrollo técnico mediante una aerodinámica más simple, para evitar que el rendimiento dependa de inversiones difíciles de sostener.

Un “Constructor” con una definición más amplia
Otra señal de apertura es cómo se redefine la figura de Constructor. El WRC27 no se limita a fabricantes tradicionales (OEM), sino que integra también a preparadores y especialistas bajo una misma categoría regulatoria. La idea es ampliar el universo de competidores capaces de crear un proyecto de alto nivel.
Bajo este criterio, el Constructor es la entidad responsable de: diseñar y construir el coche WRC27, presentarlo a la FIA para su homologación, y encargarse de la comercialización del vehículo y sus componentes asociados. En la práctica, este punto busca que el “quién puede competir” no dependa exclusivamente del tamaño de una marca global, sino de la capacidad real de desarrollar y sostener un programa técnico reglamentariamente validado.

Rendimiento “accesible”: competitividad sin dependencia de presupuestos extremos
El concepto también insiste en el rendimiento accesible como núcleo del paquete. La lógica es clara: si la brecha de prestaciones entre la cima y el segundo escalón es demasiado grande, el salto se vuelve casi imposible para talentos emergentes y para estructuras con menos presupuesto. WRC27 pretende reducir esa distancia y evitar que el rendimiento dependa en exceso de ciclos de pruebas específicos y muy costosos.
En su configuración inicial, se proyecta un motor 1.6 turbo (con combustible sostenible en la formulación base), con una potencia del orden de los 290 caballos, acompañado por tracción integral y una caja de cinco velocidades. El conjunto se completa con suspensión de doble horquilla y con soluciones en frenos y dirección alineadas con especificaciones que buscan eficiencia y control de costos, tomando referencias del entorno Rally2. El objetivo es mantener un paquete de alto rendimiento, pero con un diseño más racional en costos, fiabilidad y disponibilidad de componentes.
En términos de huella del vehículo, el marco define límites dimensionales (longitud, ancho, batalla y altura mínimos/máximos) dentro de los cuales los constructores pueden variar el diseño. Esa combinación de “límites claros + libertad dentro del marco” es la clave del enfoque WRC27.

Reordenar la pirámide: WRC27 conviviendo con Rally2
De cara al próximo ciclo, la FIA también plantea una reestructuración de la pirámide del rally. El punto más relevante es que los autos WRC27 competirían en la categoría superior junto con la maquinaria Rally2 existente, creando una grilla con mayor diversidad y una base más amplia de autos competitivos. La lectura deportiva es directa: si el escalón superior se alimenta de un parque técnico más numeroso y sostenible, el campeonato gana en densidad, competitividad y continuidad.

Plataforma preparada para evolucionar
Aunque el arranque se proyecta con un 1.6 turbo y combustible sostenible, el marco enfatiza la flexibilidad del sistema de propulsión para admitir, más adelante, alternativas tecnológicas. Este punto no es menor: evita que el reglamento nazca “cerrado” y permite que el WRC acompañe cambios futuros sin necesidad de reiniciar el ciclo reglamentario desde cero.

Bajar el costo de competir: precio techo y recorte operativo
El control de costos aparece como una condición estructural, no como un efecto secundario. Se fija un límite de precio para un coche listo para competir en especificación de asfalto (con una reducción significativa respecto del ciclo anterior). La estrategia para lograrlo combina especificación y estandarización de componentes, mayor durabilidad para reducir reemplazos, y medidas sobre el gasto operativo: límites de personal, menos exigencias logísticas, más uso de infraestructura local y mejor conectividad de datos para favorecer ingeniería “remota” y reducir despliegues excesivos.
En conjunto, la FIA busca que el WRC27 no sea solo una evolución técnica, sino un cambio de modelo: más accesible, más flexible y más sostenible, manteniendo el nivel de rendimiento y el desafío técnico que define a la categoría.