El agresor, de 27 años, fue imputado por lesiones personales y no podrá asistir a eventos deportivos por 120 días
Un jugador de fútbol de 27 años fue formalizado por la Justicia de Maldonado tras agredir físicamente a un árbitro durante un partido local, provocándole lesiones faciales y la pérdida de piezas dentales.
El hecho ocurrió el 18 de octubre, en una cancha ubicada en las calles Independencia y Constitución, donde se disputaba un encuentro entre equipos del departamento.
Según la denuncia radicada en la Seccional Primera, el árbitro —un hombre de 22 años— relató que tras expulsar a un jugador por una falta, otro futbolista intervino para protestar y también fue expulsado. En ese momento, el segundo jugador le propinó un cabezazo en el rostro, causándole un traumatismo facial y la pérdida de dos dientes.
⚖️ Formalización y medidas cautelares
El agresor, sin antecedentes penales, fue identificado y puesto a disposición de la Fiscalía de 3.º Turno, que dispuso diligencias de rigor, incluida la revisión médica forense de la víctima y la citación del acusado.
El 10 de noviembre, en audiencia celebrada ante el Juzgado Letrado de Maldonado de 11.º Turno, se resolvió formalizar al implicado por la presunta comisión de un delito de lesiones personales en calidad de autor.
El juez dispuso diversas medidas cautelares, entre ellas:
- Fijar domicilio y no modificarlo sin aviso previo a la sede judicial.
- Prohibición de salir del país, con retención del pasaporte.
- Prohibición de contacto o acercamiento a la víctima en un radio de 500 metros.
- Prohibición de concurrir a eventos deportivos por 120 días.
🧩 Un hecho que reaviva el debate sobre la violencia en el deporte
El caso vuelve a poner sobre la mesa la preocupación por la violencia en el deporte amateur, especialmente en el fútbol del interior, donde árbitros y jugadores enfrentan con frecuencia situaciones de agresión y hostigamiento.
Tanto la Fiscalía como las autoridades deportivas de Maldonado han reiterado la necesidad de fortalecer los protocolos de seguridad y el respeto a la labor arbitral.